Este próximo domingo 10 de septiembre un grupo de jóvenes, quienes se han venido preparando desde el año pasado para el sacramento de la Confirmación, y que no han recibido los sacramentos del Bautismo y la Eucaristía, van a tener ese encuentro especial con Jesús al ser admitidos para recibir estos sacramentos que les abren las puertas a los demás sacramentos.
Son veinte (20) jóvenes los que recibirán el Sacramento de la Eucaristía, y tres (3) quienes recibirán tanto el sacramento del Bautismo como el de la Eucaristía en nuestra parroquia “San Miguel Arcángel” de Atalaya. Esta celebración será presidida por Rvdo. P. Reginio Aguilar, Cura Párroco.
Llegar a este momento es fruto del proceso evangelizador y catequético y del nuevo programa de la Parroquia en la preparación para los sacramentos de Iniciación Cristiana. Previo a este momento, se han tenido encuentros de formación también para los padres y padrinos de estos jóvenes, con el fin de concienciarles acerca de la importancia de los sacramentos y del compromiso al que lleva la recepción de los mismos, pues con ellos los jóvenes se vincularán a la vida de la parroquia, a través de los distintos grupos o pastorales que están organizadas en la Parroquia.
Este momento no es el fin de una etapa, sino que estos jóvenes seguirán preparándose para el Sacramento de la Confirmación, completando así el proceso de su Iniciación Cristiana. Con el Sacramento de la Confirmación, el sacramento de la adultez cristiana, los jóvenes se unirán a una de las siguientes pastorales: Pastoral Social, Grupo de liturgia, Ministerios musicales, Pastoral Catequética, Pastoral Juvenil, vivenciando así su compromiso cristiano.
Nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “Mediante los sacramentos de la iniciación cristiana, el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía, se ponen los fundamentos de toda vida cristiana. "La participación en la naturaleza divina, que los hombres reciben como don mediante la gracia de Cristo, tiene cierta analogía con el origen, el crecimiento y el sustento de la vida natural. En efecto, los fieles renacidos en el Bautismo se fortalecen con el sacramento de la Confirmación y, finalmente, son alimentados en la Eucaristía con el manjar de la vida eterna, y, así por medio de estos sacramentos de la iniciación cristiana, reciben cada vez con más abundancia los tesoros de la vida divina y avanzan hacia la perfección de la caridad" (Pablo VI, Const. apost. Divinae consortium naturae; cf. Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos, Prenotandos 1-2)”.
Acompañemos pues, unidos en la plegaria, a estos jóvenes el domingo 10 de septiembre, a las cuatro de la tarde, clamando por la intercesión de nuestra Madre, la Virgen María, para que como buenos cristianos puedan dar frutos abundantes en favor de la Iglesia.
Redacción Hermano Oriel Vega
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